El aumento de la esperanza de vida ha dado lugar a una nueva realidad: ha aparecido un sector económico totalmente nuevo, es la llamada economía plateada.
Como cualquier otro territorio sin explorar, este nuevo mercado sénior trae consigo nuevas oportunidades. Posibilidades que nacen de áreas de negocio desconocidas, de cambios en las necesidades, en los hábitos de consumo y, como consecuencia, en la demanda.
Algunos de los sectores económicos de nuestro país ya están focalizando sus esfuerzos en descentralizar sus servicios, como puede ser el turismo, la cultura o el ocio, para dirigirlos a este colectivo. Sin embargo, existen otras industrias que todavía no se han decidido, y podrían sacarle un enorme partido.
Nuevos mercados: nuevas oportunidades
La economía plateada o silver economy se refiere a todas aquellas actividades económicas, productos y servicios que están destinadas a satisfacer las necesidades de los mayores de 55 años.
Con el aumento de la esperanza de vida, el mercado sénior no ha parado de crecer, se estima que para 2025 solo los sénior generarán el 32% del PIB. Somos conscientes de que este sector de la población, en no mucho tiempo, será el motor de la economía del futuro.
Y por eso, sabemos que este nuevo mercado puede ser, además, una puerta abierta para todas las empresas que se dedican a la innovación, para la creación de nuevas startups y para todos aquellos sectores en los que las nuevas tecnologías juegan un papel crucial, como es el de las FinTech.
Un nuevo espacio para las FinTech
En nuestro país existen ya más de 400 startups catalogadas como FinTech y la inmensa mayoría (el 86%) son españolas. Sin embargo, si algo caracteriza a todas ellas, además de su impacto en cuanto a disrupción tecnológica y financiera, es su falta de segmentación demográfica. Las FinTech no están poniendo su foco en el mercado sénior.
En palabras de Luis Castillo, CEO de Seniors Leading y Presidente de la Comisión de Silver Economy del Clúster MAD FinTech, en el Libro Blanco de la Silver Economy en España, “el “pecado original” de esta falta de foco hay que encontrarlo en que los séniors son poco intensivos en el uso de la tecnología, en comparación con las generaciones más jóvenes. Parece una contradicción difícil de salvar el binomio sénior&tecnología. Y ahí es donde está el reto”.
Pero este es, precisamente, el reto que abre las puertas del territorio sénior a las empresas tecnológicas y financieras. Las FinTech nacen para dar respuesta en materias de servicios, finanzas, ahorros, inversión, financiación, seguridad, asistencia sanitaria y nuevas tecnologías. Son ellas las que pueden ofrecer soluciones reales a la falta de competencias digitales y las que pueden invertir en fomentar la inclusión en este terreno.
Lograr este desafío solo puede suponer un beneficio para la industria de las FinTech, ampliando a gran escala su cartera de clientes. Y, haciéndolo además, con un perfil mucho más atractivo, por su alto poder financiero.
Apostar por la economía sénior es avanzar
No se trata solo de poner en valor la capacidad de los sénior para aportar a la sociedad, sino también de fomentar las iniciativas que consigan mejorar la situación de este sector de la población. Apostando por todas aquellas medidas que puedan suponer un progreso y, en definitiva, por el continuo desarrollo de nuestro país.