El edadismo es una barrera social que no puede derribarse con el esfuerzo de un solo agente social. Ni siquiera de un único sector. Requiere del esfuerzo conjunto de todos: los ciudadanos, las administraciones públicas, las organizaciones no gubernamentales y, por supuesto, las empresas. La creación de oportunidades laborales para los séniors, la puesta en valor de las competencias derivadas de la experiencia y la dotación de puestos de liderazgo para los profesionales más mayores son algunas de las políticas que estas últimas, las marcas, tienen a su disposición para combatir los prejuicios de edad. Pero algunas están yendo más allá con iniciativas mucho más ambiciosas.
Reconectados
Una de esas compañías es Fundación Telefónica que, en colaboración con el medio especializado en bienestar sénior, 65YMÁS, ha puesto en marcha la iniciativa Reconectados. La tecnología no tiene edad. Se trata de un programa totalmente gratuito destinado a mejorar la capacidad de los adultos mayores de aprovechar los recursos digitales disponibles en la actualidad. Talleres online accesibles para cualquier persona, recursos formativos digitales, consejos sobre seguridad online o acercamiento a tecnologías frescas como el metaverso. Como ha explicado la directora general de la fundación, Carmen Morenés, “no queremos dejar a nadie atrás“. Pueden y deben sumarse al cambio.
Espacios libres de edadismo
Otra de las iniciativas recientes más potentes en torno a la lucha contra el edadismo fue la organizada conjuntamente por el centro comercial Río Shopping de Valladolid e Ikea Valladolid. En concreto, la iniciativa incluyó sesiones de expertos, conferencias de colectivos sociales claves y la participación de organismos oficiales. Una prueba del compromiso político con la causa. Gracias a este impulso, cuentan desde el medio regional El Norte de Castilla, “muchos establecimientos del centro comercial ya incluyen talento sénior en sus plantillas y con estas jornadas se quiere inspirar a más empresas grandes y pequeñas a dar oportunidades laborales a las personas mayores de 45 años”.
Guía contra el edadismo
Hace apenas unos meses BBVA puso en marcha una iniciativa formativa muy interesante: la publicación de una guía para formar, sensibilizar y combatir el edadismo y otras formas de exclusión debidas a la edad. Después de todo, y como ocurre con muchos otros tipos de discriminación, el edadismo tiene lugar en muchas ocasiones de manera inconsciente, fruto de una serie de estereotipos erróneos asimilados por contagio social y de torpezas en el lenguaje. No es, sin embargo, la primera iniciativa de la entidad para mejorar la inclusión de los séniors en nuestra sociedad, pues también participa en la organización de los Premios Valor Añadido para mayores de 55 años.
Otras iniciativas que marcan la diferencia
Las realidades sociales no cambian de la noche a la mañana. Por el contrario, se trata de transformaciones graduales que necesitan de muchas iniciativas y muchos impulsos para culminar en el punto deseado. En este caso, la revalorización del talento y del bienestar sénior. Pero la buena noticia está ahí: estos impulsos son cada vez más numerosos. Prueba de ello son la campaña de L’Oreal con influencers de entre 45 y 84 años, la campaña de Zara con la actriz sexagenaria Ángela Molina, la campaña de Chocolates Valor con José Coronado o la campaña de Dove #KeepTheGrey. Las empresas tienen muchos recursos y mucha influencia. Su papel en el antiedadismo es y será crucial.