Este término, que nace a partir del aumento de la expectativa de vida, se utiliza para hablar de una nueva franja demográfica que comienza a partir de los 80 años. Este segmento poblacional se suma a los tres tradicionales: infancia, edad adulta y tercera edad, y se define como el grupo de las personas que, en los países en vías de desarrollo, tienen más de 80 años y, en general, un alto nivel de dependencia.