La presión demográfica ha llevado a los distintos países europeos a tomar medidas para avanzar hacia una economía orientada a la longevidad. Para medir las distintas dimensiones de este cambio, social, institucional, macroeconómica e individual, hemos desarrollado, en colaboración con la Universidad de Comillas, un indicador compuesto, el Senior Economy Tracker, que ofrece una perspectiva holística del progreso de cada país hacia una economía plateada que satisfaga las necesidades de las personas de 50 años o más.
En esta publicación analizamos la situación a este respecto de Portugal, poniéndola en comparación con otros países de su entorno.