Un fin de semana de 1974 Nicholas saca una foto a su mujer Bebe con sus tres hermanas, la instantánea refleja el momento vital de las chicas de 15, 21, 23 y 25 años. Nicholas no queda satisfecho y un año después vuelve a fotografiar a las cuatro hermanas colocadas exactamente igual que doce meses antes. El resultado es una bella imagen de las hermanas de apellido Brown en el año 1975 y se convierte en la excusa perfecta para reencontrarse anualmente. La pose se mantiene durante 45 años, cuatro mujeres mirando a la cámara. De 1975 a 2020, nadie falla a la cita anual del fotógrafo Nicholas Nixon con sus hermanas Brown. Las circunstancias cambian, la vida trae enfermedades y muertes muy cercanas, bodas o embarazos. Algunas veces las imágenes reflejan el sol, otras el frio y el viento, pero siempre al aire libre con la luz del día. El paso del tiempo se ve reflejado en sus caras y cuerpos. Cada año, más alegres; cada fotografía, más juntas, como si la vida las hubiera unido más y reconciliado con su propia existencia. El fotógrafo Nicholas Nixon, desde el primer retrato desechado tuvo en la mente un homenaje al paso del tiempo que finalmente se convierte en una exposición. En cada fotografía, en cada edad puede encontrarse belleza y determinación. Instantes congelados para detener el tiempo pero que ayudan a seguir hasta el siguiente año. Y así más de cuarenta años, hasta la última foto en el otoño de 2020. La exposición se convierte en un éxito que ahora ha llegado a España de la mano de Fundación MAPFRE. En la sala KBr de Barcelona y hasta el 6 de septiembre puede disfrutarse de una de las más potentes investigaciones sobre el retrato y el tiempo.
Retratar el tiempo en el que vivimos no solo puede hacerse con una cámara sino también recopilando datos de cada momento histórico. Si las fotografías de las hermanas Brown muestran su momento vital, los informes de coyuntura expresan la realidad de una economía en un año en concreto. No podemos detener el paso del tiempo, pero si podemos inmortalizarlo. Una fotografía congela un instante, la estadística nacional retrata el estado de un país. Los años pasan, pero unas determinadas circunstancias quedan imborrables en una instantánea y también en unos indicadores económicos.
El Centro de Investigación Ageingnomics nació en diciembre de 2020 por iniciativa de Fundación MAPFRE para poner en valor las oportunidades del envejecimiento. Los séniors siguen activos más allá de los 50 años; tienen gustos y necesidades que el mercado no siempre satisface y necesitan que se visibilice que cumplir años es una bendición y no una maldición. Este centro de investigación, como el fotógrafo americano, todos los años retrata la sociedad en la que se desenvuelven los séniors con rigurosos informes. “El barómetro del consumo sénior” fue el primero y puso negro sobre blanco la capacidad de ahorro de los mayores y su creciente patrimonio. “El mapa de talento sénior” verá la luz en unas semanas y demostrará que la cohorte de los 55 a 70 años cada vez tiene más dificultades para seguir trabajando. “El monitor de las empresas silver” constatará que cada vez más empresas en todos los sectores empiezan a adaptar su oferta a la cohorte de las canas. Finalmente, “El ranking de los territorios amistosos con los mayores”, usando indicadores objetivos clasificará a las comunidades autónomas. Estos cuatro informes serán una suerte de cuatro fotografías anuales de la economía plateada en España que como las de las hermanas Brown esperamos que con el paso del tiempo cada vez sean mejores.
Iñaki Ortega Cachón
Doctor en economía y profesor de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).