Emprender un negocio es una carrera de fondo. No sirve con tener una idea y ponerla en marcha, sino que debemos invertir tiempo y esfuerzo en todos esos aspectos que influyen de forma directa en cómo lo comunicamos, para conseguir llegar al público más amplio posible. De nada vale lanzar un buen proyecto si no se lo contamos al mundo.
Construir un buen discurso que consiga hacer destacar el potencial de tu proyecto y definir un plan de comunicación completo van a ser tus mejores aliados para lograr que tu emprendimiento marque, de verdad, la diferencia. Para facilitarte este camino, y siguiendo la Guía del emprendimiento sénior, que hemos realizado desde el Centro de Investigación Ageingnomics, te presentamos una serie de cuestiones que, como emprendedor, debes tener muy en cuenta a la hora de realizar el plan de comunicación de tu negocio.
Identifica tu marca
¿Qué es lo que quieres transmitir? ¿Cuál es el mensaje? ¿A qué audiencia te diriges? Todas estas cuestiones tienen que poder responderse con coherencia, y para ello:
- Utiliza una voz y un tono que se ajusten a tu público objetivo. La forma en la que te diriges a ellos es un recurso importante para crear una conexión. Para no fallar nunca en este sentido, puedes crear una lista de mensajes con las dudas más frecuentes y las respuestas que te gustaría dar a cada una de ellas. Así como unas normas de estilo, que definan cómo será la voz de tu proyecto.
- Tu imagen corporativa es fundamental, pues será el sello de identidad de la marca y así la reconocerán. Por eso, el logo y toda la imagen gráfica, los colores y la tipografía, deben estar bien escogidos para transmitir su esencia.
- La competencia es una buena fuente de inspiración. Y, aunque no debes copiar, si hay algo que funciona para ellos, seguramente lo haga también para ti. Estudia a tus competidores y observa lo que hacen bien y lo que podrían mejorar. Después, evoluciónalo.
- Más no siempre es mejor y, en este sentido, no hace falta estar en todos los canales. Elige solo los que funcionan para ti, en los que se encuentra tu público y dedícales tu máximo esfuerzo para ofrecer la mejor comunicación posible.
Fija tus objetivos
En función de los objetivos globales de tu negocio, debes fijar cuáles serán las metas que quieres alcanzar con tu comunicación. Es decir, qué porcentaje de tu mensaje se tiene que enfocar en cumplir determinada función, como puede ser generar notoriedad de marca, humanizar o ampliar las ventas.
Crea tu calendario editorial
Si estás empezando, es importante monitorizar las acciones y canales para entender cuáles te funcionan mejor. Una vez empieces a tenerlo claro, es momento de rellenar tu calendario editorial, teniendo en cuenta algunos aspectos:
- Establece siempre una relación entre las posibles campañas que pongas en marcha y los mensajes que quieres comunicar.
- Ten en cuenta los días internacionales, ¿hay alguno relacionado con tu producto o servicio? Entonces márcalo en tu calendario y utilízalo. Puede ser un buen momento para dar un mensaje de concienciación, evangelizar o, incluso, lanzar alguna promoción. Ocurre algo parecido con lo que esté sucediendo en el mundo, plantéate si existen noticias o situaciones globales pueden tener conexión con lo que ofreces.
- Lo mismo con las ferias o jornadas de negocios: apúntalas y comparte lo que haces en ellas en tus canales.
- Los calendarios editoriales “están siempre vivos”, es importante contar con la flexibilidad para añadir eventos o noticias de última hora.
- Si usas las redes sociales, no te olvides de las palabras clave y los hashtags. Establece uno o dos que uses cada vez que publiques. Puede ser tu eslogan de marca, algo que te identifique, y otros 3 o 4 relacionados con el mensaje particular de la publicación.
- Lo tienes todo, así que… ¿A qué esperas para ponerlo en marcha?