Existen más de 850.000 trabajadores séniores que no encuentran trabajo y cientos de miles más que deciden jubilarse anticipadamente, en la mayoría de los casos debido al trato negativo que reciben por parte del mercado laboral: su talento, lejos de valorarse como una vasta fuente de riqueza intelectal y competitiva, se desprecia debido a una serie de factores como son los estereotipos de edad o unos salarios más altos en relación al talento joven, claramente justificados a causa del valor añadido que aportan en base a una profunda experiencia pero que no todas las empresas están dispuestas a asumir. El resultado es triste: los séniores son apartados de la vida laboral y la sociedad pierde mucho.
Estereotipos de edad
Los dos principales estereotipos relativos al desempeño profesional de los séniores son la falta de vitalidad y la dificultad para adaptarse a las nuevas tecnologías digitales. Pero son solo eso: meros estereotipos. Porque, en primer lugar, dicha falta de vitalidad no es real, pues ella depende principalmente de la motivación, algo que las compañías pueden incentivar simplemente dando al talento sénior la importancia que tiene dentro de sus organizaciones. Y, en segundo lugar, la generación silver tiene las neurocapacidades suficientes para aprender habilidades digitales de todo tipo. Nuevamente, es trascendental el papel de la empresa y de sus programas de formación continua para adultos mayores.
Mayores salarios
Durante la jornada empresarial Talento senior, el eslabón de continuidad para la gestión circular del talento, organizada por elEconomista, el especialista en economía silver Alejandro Bokos señala que el factor más importante en las diferencias de contratación de jóvenes y séniores es el salario y se lamenta de que como mercado laboral “no tenemos procedimientos que tengan en cuenta el valor de la experiencia“. Al fin y al cabo, una compañía puede ahorrar dinero contratando a alguien joven en lugar de a un sénior, pero está renunciando a mucho valor a largo plazo. La creación de equipos multiedad es el mejor camino para potenciar una organización e incrementar su productividad.
Lo que aporta el talento silver
El principal atributo que aportan los séniores a las organizaciones es el mentoring. A fin de cuentas, conocen el sector como nadie y cuentan con una serie de percepciones, skills, habilidades interpersonales y habilidades intrapersonales que solo pueden adquirirse en el transcurso de una carrera profesional amplia. No es casualidad, como explicamos en Ageingnomics en su momento, que “los mayores de 55 años tengan más probabilidades de lograr que sus negocios tengan éxito”. A este arsenal de capacidades se le suma una mayor responsabilidad, un mayor autocontrol ante los impulsos y una mayor capacidad de cooperación. Por eso tantas sociedades ancestrales eran gerontocráticas.
Además, los séniores acostumbran a tener una vida personal más flexible en la que los hijos suelen ser independientes, lo que les permite dar más de sí mismos en el trabajo en términos de concentración. Son las personas de la empresa que hacen ver a los más jóvenes la importancia de la compañía, de sus objetivos, de su historia y de sus valores. Y esto no es cualquier cosa: como decía Harari en su famoso ensayo Sapiens, los seres humanos logramos lo que logramos gracias a un altísimo grado de cooperación vehiculado por los relatos comunes. Unos relatos que en este caso transmiten los más mayores a los más jóvenes. El relato de la empresa. De su política. De su lugar dentro de la sociedad.