En varias ocasiones hemos hablado de que nos encontramos ante una nueva realidad: las generaciones sénior son cada vez más longevas, pero cuentan con una mejor calidad de vida, más ingresos, tiempo y recursos económicos para dedicarlos al ocio, a viajar o a crear nuevos negocios. Además, sabemos que una gran parte de la población mayor de 55 años es autónoma.
Si nuestros sénior siguen activos, tienen ganas de emprender y de dedicarse tiempo a sí mismos y a sus nuevas pasiones y objetivos, parece lógico pensar que también se abran para ellos nuevos caminos hacia el autodescubrimiento. Y, por qué no, para plantearse nuevos retos y no tener miedo de lanzarse a por ellos.
Una herramienta para el continuo desarrollo sénior
El autoconocimiento se basa en el aprendizaje de uno mismo y está muy vinculado con la inteligencia emocional. Es una herramienta clave para el desarrollo personal, más, si cabe, cuando hablamos de alcanzar nuevas metas o materializar propósitos. Con otras palabras, es el proceso de conocerse en profundidad para identificar todo lo bueno y lo no tan bueno que hay en nosotros, escuchando también lo que nos dicen los demás.
Como séniors, gozamos ya de una visión global de nuestra vida y nuestros intereses. Es por eso, que esta puede ser la mejor etapa para llevar a cabo esa escucha interna. Una forma de reconexión con nuestro Ikigai o propósito en la vida, que nos ayude, por un lado, a replantearnos nuestros objetivos personales y, por otro, en el terreno laboral, a conectar de nuevo con un mercado en continuo cambio. Es vital ser muy conscientes de qué somos capaces de hacer y utilizarlo como un impulso para el éxito.
La matriz DAFO del autoconocimiento
Existen varias vías para llegar al autoconocimiento. Desde Ageingnomics, te proponemos probar este pequeño reto que seguramente te resulte familiar:
Se trata de cumplimentar la clásica matriz DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades), un ejercicio de introspección a través del que pretendemos potenciar nuestras fortalezas/oportunidades, como la madurez, el control emocional o la templanza, y mejorar nuestras debilidades/amenazas para convertirlas en puntos fuertes. Para ello, es imprescindible conocernos.
Si te apetece ponerlo en práctica, en la Guía del Emprendimiento Sénior, de donde hemos sacado la idea, tienes una tabla editable en la que rellenar tu matriz DAFO de forma sencilla y algunos consejos sobre cómo hacerlo.
Es importante empezar a ver la edad como un factor de impulso para nuestras capacidades, y estas herramientas nos pueden ayudar a realizar ese viaje interno hacia el autoconocimiento, porque nunca es tarde para decidir quién quieres ser o hacia dónde quieres ir.