El poder de los sénior no se agota. Se han convertido en un motor de la economía española, y del mundo, y tenemos la obligación de poner en valor a una población que cada vez vive más y mejor, que se encuentra en su momento de mayor plenitud, para consumir, para disfrutar de su tiempo libre, para crear sus propias empresas… En definitiva, para vivir. Una generación que tiene el poder de hacer lo que quiera, con la peculiaridad de contar con una generosidad y entrega hacia sus familias que no para de crecer.
Así lo vemos en los resultados del II Barómetro de Consumidor Sénior, llevado a cabo por el Centro de Investigación Ageingnomics, de Fundación MAPFRE, que arroja algo de luz sobre el colectivo de mayores de 55, formado ya por más de 15,8 millones de personas. La crisis sanitaria y económica no ha alterado sus hábitos de consumo. Mantienen un poder adquisitivo alto y tienen capacidad de ahorro, además, siguen siendo propietarios de sus viviendas y miran al futuro de su economía con mucho optimismo.
Casi la mitad de los sénior apoyan económicamente a su familia
De la misma forma que ocurre a la inversa y los sénior se nutren de sus familiares y amigos para mantener una buena calidad de vida durante el envejecimiento, los mayores constituyen un apoyo esencial para sus círculos cercanos, amparando económicamente a su entorno de forma habitual.
Esta no es sino otra prueba de la fuerza de la generación plateada en nuestros días. Casi la mitad de los sénior (hasta un 43%), presta su ayuda a algún miembro de su familia o amigo, sobre todo por parte de aquellos que viven en aéreas urbanas y cuentan con niveles de estudios más altos. El 67% presta su apoyo casi todos los meses, aunque solo un 28% lo hace con personas que se encuentran en situaciones de dependencia económica.
Una generación optimista, capaz de valerse por sí misma
En un contexto de cambios, los sénior españoles siguen preservando su nivel económico con respecto a 2020. Aspectos clave como el pago de hipotecas, el ahorro mensual o los planes de pensiones no han variado para este sector de la población, que se muestra muy positivo con el futuro: seis de cada diez piensan que la situación económica no empeorará para ellos a partir de ahora.
Una generación empoderada que posee estabilidad económica y, por lo general, reside en una vivienda de su propiedad, sin ningún tipo de préstamo ni hipoteca y en la que los ingresos provienen de más de un sueldo (en el 55,2% de los hogares). Cuatro de cada diez sénior consigue ahorrar entre el 11% y el 30% de dichos ingresos, siendo sus principales gastos la vivienda, la energía y la alimentación.
Otra señal de su poder la encontramos en que la gran mayoría destina parte de estos ahorros a contratar algún tipo de seguro (solo un 2% carece de alguno). De media, los sénior tienen entre 2 y 3 seguros contratados, siendo los más comunes el de hogar, el de vehículos y el de decesos. Y el 24% cuenta con un plan de pensiones contratado para garantizar su jubilación.
¿Qué concluimos? La generación plateada no es sólo una economía poderosa, sino que también es un gran ejemplo para el resto de franjas de edad. Los mayores saben cómo administrar sus gastos y deciden en qué invertir su dinero, tomando decisiones basadas en la experiencia. La familia es un pilar fundamental y su altruismo es solo otra señal de la importancia de esta nueva población emergente, y cada vez más longeva, en nuestra sociedad.