Nuestras ciudades están evolucionando, poco a poco, hacia lugares más humanos, más habitables y eficientes, en los que las personas se han convertido en el centro de todo lo que ocurre en torno a ellas. Y la tecnología y la innovación son sus mejores aliadas, pues son las que se están encargando de dar salida a estos nuevos y revolucionarios cambios.
Se trata de una realidad que ha llegado para quedarse. Un paradigma en el que los sénior tendrán más protagonismo que nunca, ya que conforman un colectivo poblacional muy poderoso, que supone más del 40% de todo el consumo de nuestro país, en un porcentaje que seguirá aumentado durante los próximos años. Y, con ellos, crece la necesidad de solventar las nuevas exigencias de una ciudadanía que cada vez vive más tiempo y tiene más capacidad de influencia en las decisiones globales.
A su vez, aparecen diversas fórmulas alternativas de movilidad sostenible que abren nuevos horizontes y posibilidades, tanto para las empresas que las ponen en marcha, como para la sociedad sénior. Y en las que los pertenecientes a este grupo de edad tienen mucho que decir.
La forma en que nos trasladamos está cambiando
La apuesta por un entorno medioambiental responsable está modificando la manera en la que nos desplazamos, promoviendo hábitos de movilidad más sostenibles, como el uso de los vehículos eléctricos, el carsharing o el vehículo compartido, los medios de transporte públicos, la bicicleta e, incluso, elegir caminar, siempre que sea posible, antes de utilizar el coche particular.
El objetivo es cambiar el vehículo individual, muy contaminante, poco eficiente y rentable, que, además, genera atascos y provoca retenciones en las calles (los coches aparcados ocupan más del 35% del espacio en las ciudades), en favor de soluciones más respetuosas con el medioambiente y que, gracias a la potente tecnología emergente, ya son accesibles para todos los públicos.
Una transición que está empezando por los más jóvenes (solo el 1% de la llamada generación Z utiliza un vehículo particular), pero en la que las personas mayores serán el eslabón definitivo para hacerla funcionar.
El futuro de la movilidad se torna plateado
Los nuevos modelos de movilidad tienen mucho que aportar a la generación de las canas. Una generación que es ya la más tecnológica de la historia, derribando las barreras de la brecha digital, y que empieza a vislumbrar estos servicios como una buena solución para desplazarse.
Nuestros mayores no solo entienden el funcionamiento y los beneficios de los nuevos modelos de movilidad, sino que son capaces de adaptarse perfectamente a ellos. Cada vez más, optan por introducir en sus rutinas medios de transporte diversos, más sostenibles, como el coche compartido, y eligen el vehículo eléctrico por encima de cualquier otra opción. Esto se debe a que las posibles limitaciones tecnológicas ya no les suponen un problema. Pero también a que están comprometidos con hacer de nuestro futuro un lugar más habitable.
La manera en la que nos movemos está cambiando al mismo ritmo en el que nuestra sociedad envejece, y los sénior ya conforman la mayor parte de la población de nuestras ciudades. Por eso, es fundamental analizar y entender sus inquietudes y necesidades, pues esta será la única manera de conseguir ofrecer soluciones que de verdad se adecúen a un colectivo que quiere, y debe, ser parte de este cambio.
Movámonos juntos hacia ese mañana que nos respeta, cuida y potencia a todos.