España tiene una de las esperanzas de vida más altas del mundo, pero… ¿Es nuestro país un buen lugar para vivir siendo sénior? ¿Se adaptan bien nuestras comunidades autónomas a las nuevas necesidades que surgen del aumento de la población mayor? ¿Existen diferencias entre ellas? Y, ¿cuáles les ofrecen más y mejores servicios sociales y sanitarios? La realidad es que algunas de nuestras comunidades se preocupan más por cuidar de sus mayores que otras, aunque todas pueden (y deben) mejorar.
Esta es una de las conclusiones que más nos han llamado la atención tras la publicación del Ranking de Territorios por la Economía Sénior, que hemos llevado a cabo desde el Centro de Investigación Ageingnomics, de la Fundación MAPFRE. Un estudio que pone de manifiesto las oportunidades que las diferentes regiones españolas ofrecen a la población mayor de 55 años en cuanto al acceso a los servicios sociales y de la salud, tales como la capacidad de teleasistencia o el número de residencias y centros de día del que cada una dispone.
Extremadura, líder en residencias para mayores
Para entender bien los datos, es importante distinguir entre dos tipos distintos de centros para mayores. Por un lado, los centros de día, que como su nombre indica operan en régimen diurno y se dedican a prestar atención psicosocial, preventiva y de rehabilitación a este colectivo, funcionando como espacios de previsión o compensación ante la posible pérdida de autonomía, promoviendo la convivencia entre los mayores y motivando su participación e integración en la sociedad.
Es La Rioja la comunidad autónoma que se lleva el primer lugar en cuanto a número de centros de día por cada 10.000 habitantes, con 4,50, seguida de Navarra, con 2,3 y de Baleares, con 1,8. Sin embargo, si hablamos de número de centros diurnos por personas mayores de 65 años, las posiciones se ven algo cambiadas: Extremadura es la que más preparada está, con casi 13 centros por cada 10.000 habitantes, seguida, algo lejos, de Cataluña (6,3) y Navarra (5,3).
Y, por otro, los centros residenciales, que son aquellos que garantizan un alojamiento permanente y atención personalizada para las personas mayores que, por su situación (económica, familiar o de falta de independencia), no pueden vivir en sus domicilios.
En este sentido, Extremadura vuelve a encabezar el ranking, con 14,56 centros residenciales por cada 10.000 habitantes, la segunda posición la ocupa Castilla y León, con 11,38, y Aragón (10,01), la tercera.
Madrid, la mejor cobertura asistencial
Otro medidor fundamental de la “amabilidad” de nuestros territorios con los sénior lo encontramos en la capacidad que tiene cada región para ofrecer asistencia sanitaria: ayudas a domicilio, la cobertura de los servicios sociales y la teleasistencia, ya que son las que garantizan una atención lo más rápida y personal posible en situaciones de necesidad o emergencias.
Los mejores datos los encontramos en Madrid, que cuenta con la mayor tasa media de cobertura en servicios asistenciales con un 19,02%. Y es la región que más personas atiende en servicios, tanto de teleasistencia (por cada 10.000 habitantes mayores de 65 años), con más de 1.500 al año, como a domicilio.
En segundo lugar se posiciona Castilla-La Mancha, con un 17,80% de capacidad de cobertura y Cataluña, con un 16,40%, en el tercero.
¿Son estos datos suficientemente buenos? O ¿es esta una llamada a la acción para que las comunidades autónomas de nuestro país mejoren y potencien sus servicios a los mayores? Puede que sí. Porque son fundamentales para garantizar el bienestar de nuestra población sénior y, con ella, el de todos nosotros. No dejemos de esforzarnos nunca por seguir construyendo un país mejor para todos ni de luchar por avanzar de la forma más justa.