Mayores y muy activos

¿Hacer deporte a partir de los 55 años? Sí, se puede. Y, además, incorporarlo en las rutinas de cualquier persona en edad adulta debería ser imprescindible.
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01.23.2023

¿Hacer deporte a partir de los 55 años? Sí, se puede. Y, además, incorporarlo en las rutinas de cualquier persona en edad adulta debería ser imprescindible. Pues el ejercicio físico, junto a la buena alimentación y el descanso adecuado, es uno de los elementos fundamentales para lograr llevar una vida (y un envejecimiento) saludable. Sus beneficios, tanto físicos como mentales y sociales, son tantos que cada vez más personas mayores se animan a practicarlo.

Tan solo en cinco años, desde el 2015 hasta el 2020, el número de séniors españoles que realizan alguna actividad física de forma regular en su día a día se ha casi duplicado, pasando de apenas alcanzar el 26% a sobrepasar el 38%, según los datos de la Encuesta de hábitos deportivos del Consejo Superior de Deportes (Ministerio de Cultura y Deporte) expuesta en la Guía sobre deporte y envejecimiento activo. Un informe sobre vida activa y longevidad sana, elaborado desde el Centro de Investigación Ageingnomics, que pretende orientar acerca de los beneficios del ejercicio físico en personas mayores y su importancia en el envejecimiento saludable.

Además, responde a algunas preguntas importantes que nos ayudan a conocer la rutina deportiva de la generación plateada en nuestro país. Entre ellas, ¿qué deportes practican los mayores en España? ¿con qué frecuencia? o, ¿cumplen con las recomendaciones mínimas de la Organización Mundial de la Salud?

Hábitos deportivos de la población adulta mayor

Aunque, de forma paulatina, las personas mayores de 55 años comienzan a incluir el ejercicio físico en sus hábitos, la realidad es que la gran mayoría no cumple con las directivas mínimas establecidas por la Organización Mundial de la Salud.

De acuerdo con las estadísticas que se muestran en la guía, casi la mitad de los sénior, un 42,5%, reconoce no realizar ningún tipo de ejercicio físico, y tan solo un 33,3% practica algún deporte y camina o pasea, al menos 10 minutos seguidos, con el propósito de mantener o mejorar su forma física y su relación con la práctica deportiva. Frente al 75,8% que, a pesar de no hacer otro deporte, sí suele andar al menos una vez a la semana.

Entre las actividades o modalidades deportivas por las que más se decanta la población que supera los 55 años de edad, se encuentran la gimnasia suave, el senderismo, el montañismo, el ciclismo, el running, la marcha y la natación. Seguidas de la gimnasia intensa, la musculación o halterofilia y aquellas que se realizan con música.

Un nuevo reto para las comunidades

Tan solo el 10% de los sénior confiesa estar apuntado a alguna actividad deportiva ofertada por los ayuntamientos, y la gran mayoría de estos usuarios son mujeres (el 78%). Esta es otra de las asignaturas pendientes de las comunidades y sus administraciones, que deberían fomentar en mayor medida el desarrollo de las capacidades físicas de su población mayor, con programas e iniciativas enfocadas a ellos en este sector.

En palabras del director general de la Fundación MAPFRE, Julio Domingo Souto, “Empezar a gestionar el envejecimiento no requiere de grandes inversiones, pero sí de un cambio de actitud”. El margen de mejora es infinito. Y el camino por recorrer, precioso.