Nuestras vidas son sedentarias y ello provocará en los próximos siete años, según la Organización Mundial de la Salud, otras 500 millones de enfermedades no transmisibles evitables en el mundo. Esto tendrá impacto especialmente en adultos mayores, los más vulnerables. Pero tenemos una solución a nuestro alcance para aminorar el riesgo: el ejercicio.
