Somos pioneros en priorizar la economía sénior. Sabemos que, a diferencia de con otros problemas estructurales, estamos a tiempo de adaptarnos a las oportunidades que esta nos ofrece. Estamos cambiando nuestra mirada, hacia una más positiva, en la que sí vislumbramos una sociedad que pueda estar protagonizada por este sector de la población. Un sector que ha pasado de ser un mero consumidor, pasivo, a convertirse en un productor activo y de consumo.
Los sénior han comenzado a dibujar un nuevo escenario en el que la oferta es mucho más amplia de lo que era, y sus productos y servicios están cada vez más enfocados hacia este colectivo, mucho más exigente y con un poder adquisitivo más alto. Este cambio, por supuesto, se traduce en la creación de puestos de trabajo.
Solo nos queda un escalón por subir, el de acabar con la discriminación hacia la vejez y el edadismo. Aunque es cierto que el envejecimiento presenta algunos retos, este cambio en la pirámide poblacional es una oportunidad que tenemos que aprovechar. Y potenciar.
España: una potencia sénior
La generación de las canas se ha posicionado en tan buen lugar que supone “uno de cada cuatro euros de la riqueza europea.” Solo en España, “el impacto alcanza hasta un 26% del PIB y un 60% de todo el consumo nacional.”
Nuestro país “está en disposición de liderar una estrategia mundial para que el alargamiento de la vida suponga una oportunidad económica a través de nuevos productos y servicios para los mayores.” Así de contundente es el último informe que se ha elaborado desde el Centro.
El Ranking de territorios por la economía sénior es un estudio sobre la realidad de la economía plateada en España, a través de su incidencia en las diferentes comunidades autónomas.
En él, se evalúa cómo tratan las diferentes comunidades a los adultos mayores, a través de seis dimensiones: la demografía, el empleo, la participación política, las pensiones, los espacios públicos y los servicios sanitarios. Y las anteriores han sido algunas de sus principales conclusiones.
Nuestra misión es conseguirlo
En Ageingnomics, tenemos claro que es una realidad que se ha de hacer palpable. Nuestro país está en posición de ubicarse como una potencia mundial en cuanto a la economía sénior. Pero hacen falta investigaciones, datos reales que nos ayuden a concienciar a ciudadanos, empresas y administraciones.
Porque es importante poner en valor el talento, las ganas y la capacidad de estas personas para mantener su contribución social, con independencia de su edad e impulsar una visión positiva del reto demográfico.
Los sénior son el futuro y nosotros estamos aquí para vivirlo con ellos.