A veces la edad es una barrera para encontrar empleo. Pero no porque las personas senior cuenten con menos conocimientos y habilidades que los jóvenes. En realidad, disponen de una serie de cualidades únicas basadas en la experiencia que ninguna otra generación tiene, como la observación de patrones pasados, el liderazgo natural o una mejor autogestión emocional. El problema está en los estereotipos sociales. Después de todo, muchas empresas siguen creyendo que los profesionales con más edad encuentran más dificultades para adaptarse a las nuevas realidades tecnológicas y sociales. Algo totalmente falso. No obstante y pese a lo erróneo del prejuicio, los seniors sufren sus consecuencias en forma de barreras para conseguir acceder a determinados puestos laborales. Estos son algunos de los pasos claves para contrarrestarlo:
Adquiere nuevas competencias
El cerebro humano no pierde su neuroplasticidad una vez alcanzada la madurez. En realidad, una persona sénior está perfectamente capacitada para aprender nuevas competencias desde cero. Y debes demostrarlo. En lugar de acudir a una entrevista de trabajo defendiendo que podrías desenvolverte con nuevas tecnologías si fuera necesario, acude con el dominio de esas nuevas tecnologías ya en tu bolsillo. A fin de cuentas, nada resulta más convincente que la demostración práctica. Por supuesto, no puedes manejar todos los softwares del mundo, pero es importante que manejes los básicos como los paquetes de ofimática, las redes sociales o las apps de comunicación.
Proyecta tu grado de capacitación
A estas alturas de tu vida laboral contarás una gran cantidad de experiencias. Y eso resulta persuasivo. Los reclutadores entienden que has afrontado con éxito infinidad de desafíos a lo largo de tu carrera profesional. Sin embargo, el número de años es solo eso: un número. Lo que deberías hacer es demostrar, tanto en tu currículum como durante la entrevista, qué te han aportado todos ese tiempo, especialmente las etapas en las que has alcanzando los puestos de mayor responsabilidad de tu vida laboral y aquellas en las que has gestionado equipos y liderado proyectos importantes. Ve más allá de lo cuantitativo. Pon en valor todo eso que ningún talento joven posee todavía.
Muestra un alto nivel de flexibilidad
Desafortunadamente las empresas continúan analizando el talento profesional sénior bajo ciertos estigmas. Y otro de ellos, más allá de aquel de la falta de resiliencia tecnológica, es el de la inflexibilidad. De alguna manera, los reclutadores tienden a contemplar a los profesionales de más edad como personas que lo han vivido todo, que creen saber cómo funcionan las cosas mejor que nadie y que tienen problemas a la hora de salirse del guion seguido durante décadas. Pero tú sabes que no es así. En realidad, a lo largo de las décadas has abordado muchas situaciones diferentes y has sido lo suficientemente flexible como para adaptarte. Transmítelo. Rompe con ese estereotipo edadista.
Aprovecha tus redes de contacto
Las redes de contacto son muy importantes a la hora de encontrar trabajo. A fin de cuentas, suelen estar conformadas por profesionales con los que has trabajado directa o indirectamente durante meses, años o incluso décadas. Son personas que saben cuánto puedes aportar y que pueden hablar en tu favor en determinados procesos de selección, así como descubrirte nuevas vacantes disponibles en sus empresas. La buena noticia es que, en líneas generales, conforme transcurre el tiempo y las experiencias laborales suele ampliarse esa red de contacto y aumentan las probabilidades de empleabilidad. Sácale partido. Mantenla activa con un poquito de networking en Linkedin.
No incluyas tu edad en tu currículum
A primera vista puede parecer un comportamiento de sometimiento a los prejuicios: no incluir la edad en el currículum para que empresas y reclutadores no la tengan en cuenta como hándicap. Sin embargo, es una declaración de intenciones sobre cómo la edad no tiene importancia cuando se trata de llevar a cabo determinadas tareas profesionales. Así lo explica el especialista en Recursos Humanos y manager de Talengo, Guillermo Abad, quien declara que “yo no lo pondría porque no es un dato relevante” y porque “la edad se va a deducir a partir de las fechas que aparezcan al relatar la experiencia profesional”. Debes ser fiel a tus principios. Coherente con la idea de que la edad no define.
Trabaja en tu resistencia emocional
La búsqueda de empleo puede resultar desalentadora. Especialmente cuando experimentas rechazos basados en el edadismo y cuando no da resultados en el corto plazo. Por eso es importante que trabajes en tu capacidad emocional para no venirte abajo y perseverar. Al final, y pese a las barreras, que esperemos que pronto desaparezcan por completo, el esfuerzo termina ofreciendo resultados en la mayoría de ocasiones y recompensando a quienes lo mantienen. También es importante aquí cierto grado de autocrítica para aprender de las entrevistas fallidas y de los procesos de selección que no terminan como deseas. Cada experiencia te hará mejor. Lo sabes mejor que nadie.