La soledad es la gran epidemia del siglo XXI. Como muestra un informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y titulado Aislamiento Social y Soledad entre las personas mayores: resumen de incidencia, entre el 20% y el 34% de las personas mayores que viven en el continente europeo se sienten solas. Y no es un problema menor. El ser humano es una especie social que requiere de la interacción con otras personas para desarrollarse plenamente. De hecho, la importancia de la socialización es tal que su déficit está relacionado con el aumento del riesgo de padecer innumerables enfermedades. impacto está a la altura del de la obesidad, el tabaquismo o la polución ambiental.
Consecuencias del aislamiento social
En primer lugar, y según cuenta la investigadora Nicole Valtorta, de la Universidad británica de Newcastle, el aislamiento social indeseado provoca un incremento de casi un tercio en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. También es responsable de una disminución de la capacidad efectiva del sistema inmune a la hora de combatir enfermedades comunes, de un aumento del 30% del riesgo de muerte prematura y, por supuesto, de un incremento de la probabilidad de padecer enfermedades psicológicas como la depresión o los trastornos de ansiedad. Por todo ello, Crece Huesca y Supermercados Altoaragón han puesto en marcha la primera caja amable española.
Caja Amable: socialización en el supermercado
Para las personas mayores que viven solas y no cuentan con una red de apoyo sólida cualquier pequeña interacción social vale millones. Y por eso, precisamente, Crece Huesca de Cruz Roja y Supermercados Altoaragón se han unido para crear una caja en la que los clientes cuenten con el tiempo y la atención que necesitan para realizar su compra. Sin ningún tipo de prisa. Un proyecto experimental que pretende convertir este momento del día, el de la compra, en una oportunidad para conversar y socializar para todas esas personas que se encuentran aisladas. Es un pequeño gesto que puede cambiar la realidad de su día a día. Una iniciativa con potencial de cambio individual y colectivo.
La Caja Amable, instaurada desde el pasado 17 de mayo en el Supermercado Altoaragón de la calle Menéndez Pidal, en Huesca, puede llegar a ser una referencia imitable para muchos otros establecimientos del país. Desde luego lo merece. Y no solo para paliar la soledad de los adultos mayores. Como explicaba Agustín Cabrero, adjunto a gerencia de Cabrero e Hijos, propietaria del supermercado, “aunque la Caja Amable está pensada principalmente para personas mayores, que es uno de los colectivos más vulnerables frente a la soledad no deseada, entendemos que cualquier persona puede requerir más ayuda en el momento de la compra o desear ir con más tranquilidad”.
Posicionamiento en el mercado sénior
El objetivo principal de la iniciativa es el bienestar de miles de seniors que actualmente se sienten solos. No obstante, es también una prueba más de la apuesta de las empresas por atraer al consumidor mayor. En palabras del propio Cabrero, “esta iniciativa nos acerca aún más a nuestros clientes y refuerza nuestro posicionamiento de supermercado familiar, cercano y de proximidad. El trato que dan nuestros empleados es uno de nuestros valores diferenciadores y con este proyecto damos un paso más en busca del bienestar de nuestros clientes”.
El futuro pasa por las personas seniors. Las marcas están haciendo un esfuerzo por comprender las necesidades de este colectivo y aportarles soluciones interesantes que los fidelicen y contribuir a la disminución de sus sentimientos de soledad es una forma estupenda de conseguirlo. Al fin y al cabo, es uno de los problemas más extendidos entre los adultos mayores, una enfermedad silenciosa que corroe poco a poco su bienestar. El tiempo dirá cuán productiva resulta la iniciativa. Lo que está claro es que los seniors están siendo rescatados del olvido. Es crucial. Ética y socioeconómicamente.