El II Mapa de Talento Sénior que desarrollamos y publicamos en 2022 muestra una realidad nada anecdótica: el trabajo autónomo general alcanza en España porcentajes muy similares a los ocupados en otros países europeos como Portugal o Polonia. Pero el trabajo autónomo de la población sénior es muy superior al de la inmensa mayoría de ellos. ¿Qué significa esto? Pues que en nuestro país existe una cultura promedio del emprendimiento que, sin embargo, se intensifica enormemente en los rangos de edad más altos. Un fenómeno complejo que, no obstante, viene motivado principalmente por dos factores: mayores oportunidades y, sobre todo, mayores necesidades. Analicémoslo en detalle.
Motivantes del elevado emprendimiento sénior español
Analizar la diferencia de oportunidades, entendidas como nichos de mercado vacíos o con poca competencia en los que resulta más sencillo el emprendimiento, resulta verdaderamente difícil. Sin embargo, es una posibilidad que no puede descartarse a la hora de entender el elevado y porcentualmente significativo nivel de emprendimiento sénior en España, solo superado por el emprendimiento sénior de los italianos. En cualquier caso, hay una realidad mucho más obvia que esa, y es el hecho de que los profesionales sénior encuentran más dificultades en nuestro país para ser contratados y ocupar puestos de liderazgo en organizaciones y empresas que en otros países de la Unión Europea.
Las razones de este comportamiento son múltiples, pero buena parte de ellas tienen que ver con las percepciones edadistas, e infundadas, de que los seniors cuentan con menores habilidades de adaptación a las nuevas tecnologías, de que son menos flexibles en temas organizativos y de que carecen de suficiente ambición profesional. Además, la infravaloración del talento sénior también se apoya en la falta de apreciación de los conocimientos y capacidades exclusivos de los trabajadores seniors. Ante un panorama así, resulta consecuente que muchos adultos mayores de este país decidan emprender para poder continuar en activo y aportar valor a la sociedad.
Todo el valor que aporta el emprendimiento sénior
Los profesionales seniors disponen de dilatadas carreras a sus espaldas. Trayectorias en las que han afrontado infinidad de retos, superado infinidad de obstáculos y adquiriendo infinidad de talentos procedimentales, cognitivos y por supuesto emocionales. Además, tienen una visión bastante más profunda y holística de los sectores y de las realidades mercantiles, razón por la cual los proyectos emprendidos por estos profesionales gozan de mayores probabilidades de éxito que los proyectos emprendidos por jóvenes, tal como muestran las estadísticas. Pero no es solo eso: los emprendedores seniors generan también más puestos de trabajo que los emprendedores de otras franjas de edad.
En concreto y como bien reflejamos en el II Mapa de Talento Sénior del pasado año, España supera al resto de países analizados -Suecia, Italia, Polonia, Alemania, Portugal y Francia- en emprendedores de más de 65 años con empleados a su cargo. En este sentido, los profesionales más experimentados son en nuestro país una fuente de trabajo por cuenta ajena para otras personas. Su aportación a la sociedad va más allá de los productos y servicios, de las marcas de calidad, de la cobertura de necesidades y deseos de los consumidores, e incluye la dotación de muchos puestos de trabajo, lo que deriva en mayor bienestar para miles y miles de ciudadanos de otras franjas de edad.
El papel de Ageingnomics en el emprendimiento sénior
Nuestros esfuerzos van dirigidos a la dignificación del talento profesional sénior. Y eso abarca por supuesto la eliminación de los prejuicios de edad que entorpecen la contratación de los adultos mayores. No obstante, el emprendimiento, y aunque motivado por la necesidad, como ya hemos visto, es una vía que merece ser fomentada. Por eso en Ageingnomics colaboramos con el Programa Tales, impulsado por el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE), dirigido a la formación y guía de seniors que tengan proyectos de emprendimiento en mente y quieran hallar maneras efectivas de materializarlos. Es fundamental que lo hagan. La sociedad depende de ello.