El movimiento es salud

Caminar, nadar, montar en bicicleta, bailar… Son sólo algunas de las actividades que podemos hacer en nuestro día a día, sin importar la edad que tengamos.
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01.16.2023

Practicar deporte con regularidad es tan beneficioso como fundamental para nuestra salud, en todas las etapas de la vida. Hacer ejercicio físico contribuye al aumento de la funcionalidad, mejora la calidad de vida y garantiza un envejecimiento saludable. Por lo que sí existe un momento en el que estos beneficios se hacen aún más notorios, es en la edad adulta o sénior. Los hábitos saludables y el deporte son nuestros mejores aliados para lograr vivir más y, sobre todo, con la mejor salud posible.

Caminar, nadar, montar en bicicleta, bailar… Son sólo algunas de las actividades que podemos hacer en nuestro día a día, sin importar la edad que tengamos. Cada movimiento cuenta y hay tantas opciones que ninguna excusa es válida para no ponerse en marcha. Por eso, desde el Centro de Investigación Ageingnomics, hemos creado “Vida activa, longevidad sana. Guía sobre deporte y envejecimiento activo”, una guía completa, con consejos e infinidad de recursos, para todos aquellos que quieren comenzar a cuidar su salud a través de la práctica de ejercicio físico, centrándonos especialmente en los sénior.

Si alguna vez has pensado en hacer ejercicio o cambiar tus hábitos, pero no dispones de tiempo o no sabes muy bien por dónde empezar, esta guía puede ser muy útil para ti. Pues ofrece algunas recomendaciones para mantenernos activos en cualquier etapa de la vida. Te adelantamos algunas de ellas.

8 trucos para mantenerse activos

  • Busca el deporte que mejor se adapte a ti
    Tanto en el plano físico, como en el emocional. Es decir, encuentra una actividad que te motive y que disfrutes lo suficiente para lograr ser constante en tu práctica. Y ponte en manos de un profesional que te pueda asesorar, con prescripciones individualizadas que cubran todas tus necesidades. Cada persona tiene unas condiciones muy diferentes y el deporte también debe adaptarse a ellas.
  • Realiza ejercicio funcional y multicomponente
    Trata de practicar (siempre) deportes que incorporen ejercicios funcionales, que los puedas transferir a tu vida cotidiana, y que combinen varias capacidades físicas, ¡son los más completos! Ya que te aportan beneficios, no solo en el plano físico, sino también en el mental. Además, se recomienda la práctica conjunta; potencia las capacidades sociales y es más divertida.
  • Utiliza siempre calzado y ropa adecuados
    Muchas veces nos olvidamos de lo más básico, pero es igual de importante. Las zapatillas que uses deben adecuarse a la práctica deportiva que realices. Y la ropa ha de ser transpirable, para que favorezca la sudoración.
  • Mantente hidratado y evita las altas temperaturas
    Hidrátate, aunque no tengas sed. Tu organismo necesita agua, porque es esta la que lo ayuda a llevar a cabo todas sus funciones correctamente. Y trata de evitar las temperaturas demasiado altas. El frío, añadido al estrés de los músculos (mientras se practica deporte), puede desencadenar en dolores de cabeza, calambres musculares, agotamiento, náuseas o vómitos, desorientación, mareos…
  • Atrévete a probar cosas diferentes
    Desde deportes que se te resistan o que siempre has querido hacer, hasta programas intergeneracionales enfocados a la práctica de actividad física entre personas de diferentes edades. ¡Son toda una motivación!
  • Huye del sedentarismo
    Es uno de los grandes desencadenantes de las enfermedades crónicas graves. Por eso, adquirir hábitos más saludables que contribuyan a reducirlo es vital, sobre todo entre las personas mayores. Para combatirlo, puedes empezar por acciones sencillas como tomar descansos activos tras mucho tiempo en la misma posición, salir a pasear, utilizar las escaleras en lugar del ascensor o no coger el coche cuando vas hacer tus recados.
  • Cuida tu salud mental
    Las actividades físico deportivas no solo nos ayudan en el terreno físico, sino que lo hacen a un nivel global. Son como una “pastilla multifuncional que nos cura” en los tres ámbitos reconocidos de la salud general: físico, mental y social. Un cuerpo sano equivale también a una mente sana.
  • El movimiento es salud, es vida
    Así que hazlo cómo y dónde quieras, pero ¡muévete!