El aumento de la esperanza y la calidad de vida es una realidad que se entiende en la forma en la que vivimos, en la que nos relacionamos y, por supuesto, en la que trabajamos. Cada vez es mayor el número de profesionales mayores de 55 años que se encuentran activos en el mercado laboral. Y esto ya se vislumbra como una gran oportunidad para las empresas. Muchas comienzan a alinearse con las nuevas necesidades, aplicando diferentes prácticas para la gestión del talento sénior, mediante estrategias internas y políticas corporativas que favorecen la inclusión en sus entornos de trabajo.
Porque el mercado está en constante transformación y las organizaciones tienen que adaptarse a los cambios si no quieren correr el riesgo de quedarse atrás. Aceptar e incorporar en sus entornos de trabajo a la generación sénior más formada, más activa y empoderada de la historia, es uno de los más importantes de todos ellos. Pero no supone un camino difícil.
A las organizaciones que sí entienden los beneficios de esta transición hacia un modelo de inclusión, las hemos calificado como empresas sénior friendly, en un pequeño guiño a dichos procesos de actualización, en este caso del lenguaje moderno. Se trata de empresas que entienden el valor que un trabajador con dilatada experiencia puede ofrecer, independientemente de su edad, y renuevan y flexibilizan determinados procedimientos para adaptarse al cambio generacional. Hablamos de algunas de ellas y nos acercamos a las estrategias que han puesto en marcha para la mejor inserción de los sénior en sus compañías, a través de ejemplos prácticos.
Programa Upskilling 2025, de Amazon
Una iniciativa que surge del compromiso de esta organización con el desarrollo profesional de los miembros más maduros de sus equipos. Una forma de mejorar su calidad de vida y las oportunidades a las que pueden optar, compatibilizando una serie de cursos formativos con sus responsabilidades profesionales.
Se trata de varios programas gratuitos, con el foco en dotar a los trabajadores de nuevas capacidades, habilidades y competencias, como nuevas tecnologías, para potenciar su crecimiento dentro de la empresa, o fuera de ella.
Nuevo personal para nuevos servicios, de Fidelity
La empresa estadounidense Fidelity es una de las grandes compañías dedicadas a la gestión de activos y fondos financieros. Esta se dio cuenta de que la demanda de sus servicios de asesoramiento en planificación sobre la jubilación estaba aumentando notablemente. Los interesados eran, en su mayoría, séniors preparando su jubilación o, al menos, pensando en hacerlo pronto. Clientes que, casi siempre, preferían hablar con empleados que entendieran su situación.
La empresa encontró aquí una oportunidad para suplir esta demanda que acababa de nacer, a través de la creación de nuevos puestos de trabajo específicos para empleados sénior.
Talleres intergeneracionales de operarios, por Daimler
La empresa alemana de automoción Daimler se topó con un grave problema de pérdida de talento. A causa de la diversidad generacional, cuando los sénior se jubilaban, abandonando la compañía, dejaban un enorme vacío de conocimientos técnicos que los trabajadores más jóvenes no podían suplir, por mera falta de experiencia.
¿Qué hizo? Aplicar en sus talleres un sistema tan eficaz en la vida cotidiana como son los tutoriales. Los empleados más experimentados empezaron a grabar los pasos a seguir en sus mecánicas de trabajo y a subirlos a una plataforma de vídeo en la intranet. Todos los procesos quedan ahora registrados, la transferencia de conocimientos es constante y los empleados con más antigüedad reciben su reconocimiento.
Pero estos son solo algunos ejemplos, tomados del Mapa de talento sénior, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics, entre muchas otras organizaciones que ya lideran su propio cambio hacia una sociedad senior friendly. Y que, por fin, empiezan a desprenderse de todos esos mitos que envuelven a una generación que solo nos puede traer beneficios.