Hacia un futuro más sostenible

Cada día somos más conscientes de que todas nuestras acciones tienen un impacto directo en nuestro entorno
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05.17.2022

La apuesta por la economía circular y el ferviente cambio en nuestros hábitos de consumo están transformando las reglas del juego. Cada día somos más conscientes de que todas nuestras acciones tienen un impacto directo en nuestro entorno, y las decisiones que tomamos en cuanto a qué compramos o cómo vivimos se están modificando. Los jóvenes, los adultos y, sobre todo, los sénior, se sienten cada vez más comprometidos con el planeta y están dispuestos a mejorar sus actos para poner rumbo a un futuro más sostenible.

Así lo muestra el reciente II Barómetro del Consumidor Sénior elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics, de Fundación MAPFRE, en el que se refleja una clara tendencia de esta generación en su compromiso con la sostenibilidad. Una de las grandes novedades de este informe es que, por primera vez, se ha realizado en colaboración con Google. Esto nos ha permitido conocer más profundamente los intereses de los sénior, añadiendo a las encuestas sus búsquedas digitales, y consiguiendo establecer un perfil muy definido del nuevo consumidor en este segmento de edad.

Nuestra generación plateada es más cívica que nunca, más responsable en sus actuaciones, apoya la transición hacia modelos más sostenibles y piensa en las consecuencias medioambientales de sus decisiones de compra.

Concienciados con la sostenibilidad

Los sénior siguen siendo un motor para el ocio y el consumo, pero sus hábitos de gasto están comenzando a cambiar de forma notable. La mayoría de ellos conoce las nuevas tecnologías digitales, tienen presencia en internet (hasta seis de cada diez) y casi la mitad (cuatro de cada diez) realizan sus compras a través del comercio electrónico. Son, además, el grupo de población que más y mejor informados están sobre la sostenibilidad, por encima de los jóvenes: quince de cada cien mayores de 55 años se interesan por temáticas en internet que tienen que ver con ecología y sostenibilidad.

Cada vez más, se esfuerzan por tomar decisiones respetuosas con el medio ambiente, se preocupan por llevar un estilo de vida ecológico y apuestan por el desarrollo sostenible. Están al día sobre las noticias de estos temas, leen acerca de los problemas ambientales y las tecnologías eco-friendly y prefieren los artículos ecológicos, es decir, revisan las etiquetas antes de comprar los productos.

Los sénior lideran su propia transición ecológica

Algo más de la mitad, (el 51%) de la población sénior, solo adquiere los productos o servicios que sienten que están en consonancia con sus valores, y el 35% ya están dispuestos a gastar más en productos que saben que no tienen un efecto medioambiental negativo.

Además, cada vez se interesan más por las políticas corporativas de las empresas: hasta el 49% necesita saber quién está detrás de un producto para comprarlo y el 56% no consume marcas que sabe que no son éticas en sus comportamientos con el planeta o la sociedad. 

Los consumidores sénior no solo apoyan la transición a modelos más sostenibles, sino que penalizan los malos comportamientos de las empresas, ya que piensan que son éstas quienes deben dirigir el cambio hacia un modelo más ecológico; tanto es así, que el 64% cree que bancos y aseguradoras tendrían que dar preferencia a las organizaciones que cuenten con proyectos positivos para ámbitos sociales y ambientales.

Aunque la mayoría (el 65%) no desea tener que pagar más por los costes, los sénior están comprometidos y quieren aportar su grano de arena en el camino hacia un mundo más verde. Otro dato que viene a confirmar el potencial de un sector de la sociedad que acumula experiencia y es más racional en sus decisiones.