Las mujeres mayores de 50 años enfrentan un doble desafío a la hora de encontrar empleo y desarrollarse profesionalmente en la etapa silver de sus carreras. Por un lado, los prejuicios edadistas, que llevan a muchas empresas a considerar que las personas adultas mayores no poseen las mismas habilidades de adaptación tecnológica ni la misma flexibilidad que las personas jóvenes. Por otro lado, los prejuicios sexistas, que, como estamos viendo en esta época de deconstrucción social, están insertos en prácticamente todas las capas de la sociedad. Para revertirlo y aumentar la empleabilidad de estas mujeres nació el proyecto M+50 de la asociación Professional Women’s Network.
Radiografía del problema
Los números no engañan. En el año 2018, antes de la pandemia, el 40% de las mujeres mayores de 50 años desempleadas de la Comunidad de Madrid llevaban más de cuatro años en dicha situación. La realidad, desgraciadamente, es que representan uno de los colectivos con menores probabilidades de conseguir empleo en nuestro país. Además, y para aquellas que sí alcanzan el objetivo, superando tanto los estereotipos de edad como los estereotipos de género, el problema continúa en forma de cargas familiares que dificultan mucho la conciliación, techo de cristal y brecha salarial. Hay mucho trabajo por hacer para que las mujeres sénior disfruten de la igualdad de oportunidades.
Es ahí donde entra en escena M+50. Respaldado tanto por la Comunidad de Madrid como por la Unión Europea, el proyecto promueve desde un enfoque múltiple el desarrollo profesional de la mujer mayor de 50 años, lo que incluye tanto la empleabilidad como el crecimiento y la obtención de puestos de liderazgo y responsabilidad. Después de todo, son profesionales con una gran trayectoria a sus espaldas, mucho conocimiento y unas habilidades que solo el paso de los años puede aportar. Como explicaba Helena Sernav, Managing Director Tecnología Accenture, “llevamos mucho tiempo confundiendo la edad biológica con la intelectual”. La edad suma. No resta. Y debe quedar claro.
Seis medidas para lograr los objetivos
Las buenas intenciones son importantes, pero deben materializarse en medidas concretas que provoquen un cambio en el tejido sociolaboral. En el caso del proyecto M+50 son las siguientes: concienciación y movilización social para que el talento sénior siga aportando a la sociedad a través de campañas de comunicación, generación de oportunidades mediante networking y capacitación, fomento de prácticas y políticas de selección más abiertas, desarrollo de la carrera profesional, creación de nuevos puestos de trabajo y potenciación del emprendimiento. Estas medidas, a su vez, se traducen en 33 acciones bastante más específicas que actúan directamente sobre los diferentes problemas.
Entre ellas encontramos las campañas de sensibilización M+50, la creación de incentivos para empresas que contraten a mujeres de más de 50 años, el mentoring para mujeres de esta franja de edad, el desarrollo de una plataforma de networking, la formación, el desarrollo de una plataforma de búsqueda de empleo para M+50, el fomento del trabajo flexible, el fomento del trabajo inclusivo y colaborativo, el fomento del cross mentoring generacional, el rediseño de las políticas de gestión del talento M+50, la puesta en marcha de conferencias y encuentros para startups o el diseño de programas de formación continua. En el informe del proyecto puedes acceder a todas las demás.
Una mirada al futuro
La pirámide demográfica se ha invertido en España. Una tendencia que, según los expertos, se acentuará en los próximos años y décadas, lo que implica que el porcentaje de mujeres seniors se incrementará más y más. En un escenario así, el rol de un proyecto como M+50 será cada vez más importante. Y también el de las empresas. Como apuntaba Lourdes Fernándes de la Riva, directora de Recursos Humanos del Grupo Correos, en el debate acaecido en la presentación del proyecto, es necesario “que los directivos participen en definir acciones, ayudar a implementarlas y apoyar esto”. Es tarea de todos. Las trabajadoras +50 tienen muchísimo que ofrecer a la sociedad.
Aprovechémoslo.