En algunos países de Europa como Francia o Reino Unido el senior living se encuentra asentado desde hace muchas décadas y supone una buena alternativa de alojamiento, comunidad, cuidado y ocio para las personas adultas mayores. Lejos de replicar la naturaleza de las residencias de ancianos, donde hay un fuerte componente de dependencia, los complejos residenciales de senior living brillan precisamente porque disponen de una amplia gama de servicios personalizados que incrementan la autonomía y la independencia de las personas. En la actualidad, y debido al aumento de la población sénior en nuestro país, este sistema de alojamiento está penetrando también en España.
Crece la demanda de complejos residenciales senior living
Los datos de nuestro III Barómetro del Consumidor Sénior, referentes al año 2022, reflejan la dominancia de la vivienda en propiedad como preferencia de alojamiento en las personas séniors. Sin embargo, y pese a la poca tradición de los adultos mayores del país con otras formas de alojamiento, el estudio también muestra un progresivo cambio de tendencia. En concreto, ha aumentado ligeramente con respecto al año anterior el porcentaje de personas séniors que estarían dispuestas a vivir en modelos alternativos de alojamiento. Esto coincide asimismo con un incremento de la inversión por parte de las empresas inmobiliarias en complejos residenciales de estas características.
En especial están siendo grupos promotores especializados en el mercado residencial los que están intensificando su actividad en el terreno sénior, conscientes de que la tendencia de la pirámide demográfica en España y en toda Europa resultará en una proporción cada vez mayor de personas adultas mayores. Por otro lado, y como señalan desde el medio especializado El Economista, también los operadores de residencias geriátricas tradicionales “han comenzado a expandir su actividad hacia este segmento de personas mayores que no requieren atención médica” pero que quieren vivir en condiciones de comodidad, seguridad, participación activa y autocuidado constante.
De momento, la oferta de complejos residenciales estilo retirement living es muy limitada en nuestro país, pero la previsión es que esto vaya cambiando poco a poco durante los próximos años. Y no solo por el crecimiento de la población sénior española, sino también porque muchos séniors europeos desean llevar una vida dinámica, divertida, colectiva y agradable en España. El éxito de iniciativas como la Ciudad Patricia de Benidorm, los edificios de Las Arcadias en Barcelona o el Forum Mare Nostrum de Alfaz del Pi son otro motivante más para la inversión inmobiliaria en este terreno, que los expertos creen se concentrará en provincias como Alicante o Málaga.
¿Qué tiene de especial el sénior living?
Hay una cosa clara: aunque la demanda de alojamiento senior living en España no alcanza la de otros países europeos o la de Estados Unidos, es una demanda creciente que no se satisface porque no hay oferta suficiente en estos momentos. Ante este panorama, conviene preguntarse qué ofrecen estas alternativas de vida para que resulten tan atractivas para las personas adultas mayores. Y, evidentemente, es un cúmulo. Por un lado, sus apartamentos independientes u hogares personalizados son accesibles y están pensados al milímetro para que personas de más de 70 años puedan sentirse cómodas en ellos. Además, las cámaras de seguridad y el personal de seguridad aportan tranquilidad.
A ello hay que sumarle una serie de servicios que incluyen limpieza, alimentación, transporte, salud, cuidado personal y ocio. Porque estos no son espacios en los que ver la vida pasar, sino en los que vivir de verdad con plenitud. Y en esto juega un papel muy importante la comunidad y la posibilidad de participar en actividades sociales. La soledad es un factor de riesgo para muchas enfermedades. Es el obstáculo más significativo para el bienestar de los séniors y el senior living lo combate directamente. No viven en viviendas aisladas, no corren el riesgo de pasar sus días limitados al entretenimiento no social. Es probablemente uno de los atractivos más potentes de este sistema de alojamiento.
Por último, y para personas más dependientes, estos complejos también ofrecen atención personalizada, asistencia con la medicación y servicios de rehabilitación. En ese sentido, el sénior living incorpora estos cuidados propios de los geriátricos, pero ampliando la experiencia con todas las demás ventajas enumeradas anteriormente. En los últimos años ha irrumpido con fuerza el concepto de ecobarrios: entornos en los que todo lo necesario está a mano, lo que permite a las personas cubrir sus necesidades sin desplazamientos innecesarios. El sénior living es, en cierta medida, heredera de ese estilo de alojamiento, que es en última instancia un estilo de vida. Uno que permite a los séniors vivir la vida al máximo.