La Real Academia de la Lengua define barómetro como cualquier índice o medida de un determinado proceso o estado. El Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE ha nacido este mes de diciembre de 2020 con un barómetro. Un informe que mide el estado de la población mayor de 55 años en España a través de su consumo, pero también -siguiendo a la RAE- un proceso. Las futuras ediciones anuales de este barómetro permitirán conocer la evolución del imparable proceso de alargamiento de la vida que llevará a España a ser el país más longevo del planeta y con la más numerosa población con edad.
Qué buena noticia para los que vivimos en España, pero qué pena que se haya trasladado a la sociedad como una pesada carga. “Invierno demográfico” o “tsunami poblacional” se han usado peyorativamente para calificar el envejecimiento español olvidando que España es uno de los países del mundo con mayor calidad de vida, también para los mayores.
Un barómetro no solo es un informe, sino que el origen del término reside en el instrumento que mide la presión atmosférica. Los primeros barómetros datan del siglo XVIII y tomaron su nombre del griego, baro “pesadez” y metro “medida”. Pesada, como la raíz de esta palabra, es la insistencia en vincular el increíble alargamiento de la vida con dramáticas consecuencias sin tener en cuenta las externalidades positivas. Presión, como la que mide el barómetro atmosférico, es lo que los directores del estudio, Juan Fernández Palacios y yo mismo, pretendemos conseguir con este informe para que la sociedad española conozca la realidad de la población mayor, a través de sus hábitos de consumo, y pueda aprovecharse de las oportunidades que se abren para empresas y profesionales. Aquellos territorios que se adelanten a la conocida como economía plateada o silver economy recogerán sus frutos.
Con esta primera edición del Barómetro del Consumidor Sénior hemos conocido la realidad del colectivo de mayores de 55 años en España. Frente a los estereotipos que se han instalado en nuestra sociedad, fruto de siglos y siglos en los que la vida activa y sana finalizaba con los sesenta años, el estudio del Centro de Investigación Ageingnomics demuestra una realidad bien distinta. Los adultos mayores españoles compran por internet y apenas acuden al médico. Son optimistas con su futuro, pero a la vez prudentes y ahorradores. Nunca hubo una población mayor que se cuide tanto y con tanto patrimonio e ingresos. Tienen la intención de vivir muchos años en su hogar, aunque tendrán que renovarlo porque la mayoría no están adaptados a la dependencia. Apenas hay mayores desconectados y su ocio, como el del resto de cohortes, está vinculado a los restaurantes, comprar y turismo; una garantía para cuando llegue la vacuna y estos sectores tan dañados por la pandemia, necesiten su impulso, pero también para otros emprendedores que comenzaran a emprender en la economía plateada.
Iñaki Ortega Cachón
Doctor en economía y profesor de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).