Se trata de pequeños cambios en nuestras rutinas diarias hacia hábitos más saludables que pueden influir de manera muy positiva en cómo y cuánto disfrutamos del envejecimiento. Mejorar nuestra alimentación y mantenernos activos son dos pilares fundamentales en este proceso, pero si hay algo que de verdad funciona es evitar por completo los malos hábitos.
Está en nuestras manos eliminar esas prácticas tan perjudiciales que nos están impidiendo vivir más, y mejor. Pero, ¿cuáles son? ¡Te las contamos!
El tabaco
Más de siete millones de personas fallecen al año por la nicotina, cerca de un millón son no fumadores y lo hacen por su exposición indirecta al humo. Además, el 17% de las muertes por enfermedades cardiovasculares están causadas por el tabaquismo. Estos datos (extraídos de la Guía del antienvejecimiento. Jóvenes con canas, que elaboramos desde el Centro de Investigación Ageingnomics con el doctor Ángel Durántez Prados, experto en esta materia), que hablan por sí solos, son solo una pequeña muestra de lo perjudicial que puede llegar a ser esta mala costumbre para nuestro organismo.
Y si, además, contamos con los efectos que el tabaco tiene en nuestra apariencia física a no tan largo plazo, la decisión está clara. Entre otras cosas, acelera el envejecimiento cutáneo, seca la piel, amarillea los dientes y propicia la aparición temprana de arrugas.
El alcohol
Volviendo a las cifras, más de tres millones de personas fallecen anualmente por exceso de alcohol de forma tan diversas que van desde los accidentes de tráfico o las autolesiones, hasta las enfermedades mentales o el cáncer. Todas derivadas de este mal hábito.
Para ser más claros, ¿qué se considera como riesgo para la salud en cuanto a la ingesta de alcohol? Más de tres unidades (que corresponden a un vaso) diarias para el hombre y más de dos para la mujer. En el caso de los mayores, el alcohol es especialmente perjudicial, ya que sus niveles en sangre se mantienen con la edad durante mucho más tiempo.
Los estupefacientes
Los efectos de los estupefacientes son nocivos y de sobra conocidos por todos. El más importante: puede causar grandes daños cerebrales y acelerar el envejecimiento del cerebro.
Sin embargo, el 30% de los españoles reconocen haber probado el cannabis y hasta un 2% lo toma diariamente y nuestro país se sitúa en el cuarto puesto en cuanto a consumidores habituales de cocaína, con un 3%. ¿De verdad merece la pena sumarle años a este importante órgano?
Los tóxicos involuntarios
Con tóxicos involuntarios nos referimos a las sustancias químicas, los campos electromagnéticos o el medio ambiente presentes en nuestra vida cotidiana y que llegan a nuestro organismo a través de los alimentos o la excesiva exposición a las tecnologías. Y, aunque no los elegimos de forma directa, si podemos prestarles más atención y tratar de sortearlos para que nos afecten lo menos posible.
Y, con este, ya conoces los cuatro malos hábitos que tienes que tratar de evitar para mejorar tu calidad de vida, así que ¡no hay excusa! Empieza a cuidar tu salud, no solo para vivir más, sino para hacerlo de la mejor forma posible.