IV Barómetro del Consumidor Sénior
Nuestro estudio en 10 puntos principales
Edición 2023
Las 10 claves
Los hogares de los séniores tienen una situación económica saneada.
El porcentaje de la población sénior que dispone de más de un ingreso en el hogar es del 55,8 %, casi la mitad de la población mayor de 55 años tiene la capacidad de ahorrar (49 %) y el 81,8 % son propietarios de una vivienda.
Siguen siendo una red de apoyo muy importante.
El 53 % de la población sénior española ayuda económicamente a miembros de su familia o personas de su entorno cercano y una gran mayoría piensan que esto irá a más en los próximos años.
La inflación les ha impactado y creen que va a ir a más.
Es aplastante la mayoría de los séniores que han notado bastante o mucho (94,5 %) la subida de los precios, fruto de la inflación, de la cesta de la compra. Para 2024, prevén un incremento del gasto en vivienda, combustible y alimentación.
Consideran que tienen poco margen para reducir el gasto en sanidad o vivienda porque limitaría su calidad de vida.
Más de 8 de cada 10 españoles sénior ven imposible poder gastar menos en sanidad (85 %) o vivienda (82 %) sin bajar su calidad de vida. Por el contrario, más de 1 de cada 4 piensa que sí puede hacerlo en restauración, ocio y cultura, tecnología, alimentos y bebidas no alcohólicas.
Aumentan los que ven la vivienda como una herramienta económica y los que la abandonarían por otras fórmulas.
A más de 1 de cada 3 séniores (34,6 %) le gustaría sacar mayor beneficio económico de su vivienda. Se aprecia un menor apego a seguir en su vivienda actual, pasando del 82 % en 2020 a solo el 45 % en 2023.
No tienen intención de cambiar de vivienda a futuro.
Casi la mitad no parece dispuesta a residir en formatos alternativos al de su hogar actual. No obstante, una gran mayoría son conscientes de que sus hogares no están adaptados a la dependencia.
La confianza en el sistema de pensiones es muy alta.
Solo el 24 % tiene contratado un plan de pensiones. Menos de 2 de cada 10 séniores (19 %) desean alargar su vida laboral más allá de la edad de jubilación. Mayoritariamente no están dispuestos a emprender (62,7 %) ni a comenzar a estudiar (58,7 %) con independencia de las ventajas asociadas.
Se reduce la brecha digital.
El número de séniores digitales son ya 12 millones (73 % de la población mayor de 55 años). Se consolida la tendencia de que los séniores digitales crecen a razón de un 1 millón cada año.
Son pesimistas con el futuro económico del país, aunque optimistas con el suyo.
Ocho de cada 10 séniores creen que la situación económica empeorará, que tendrán que ayudar más a sus seres cercanos (77,8 %) pero al mismo tiempo la mitad (50,4 %) se siente segura con su bienestar personal.
Los seniors españoles no son homogéneos.
Es un colectivo no homogéneo. Existe un comportamiento diferenciado de los séniores a partir de los 70 años en el ahorro, las ayudas, la salud y la vivienda.